LA DIALÉCTICA
Es un método filosófico de argumentación, proveniente de la antigua Grecia, o más bien popularizado allí, ya que ha estado presente de alguna forma y otra en todas las grandes culturas.
En contraposición al método de la dialéctica, tenemos a la "retórica", en donde este diálogo está ausente, y una sola persona o voz argumentan defendiendo una postura.
En sus comienzos, se refería a la exposición de argumentos en un diálogo, pero más recientemente en la historia se utiliza el término también para la búsqueda de contrapuestos de tal manera de trascenderlos y llegar a una "síntesis".
La versión más clásica de la dialéctica la encuentras en Sócrates (específicamente en lo que conocemos como el método socrático, en la obra de Platón), y en otras culturas como en el hinduismo y budismo. Su utilización en la filosofía contemporánea la encuentras en Hegel (su estudio de la historia y naturaleza en torno a la dialéctica) y Marx. Este último (Karl Marx) junto con Friedrich Engels prácticamente se apropiaron del término, exponiendo una nueva corriente filosófica en su materialismo dialéctico
La utilización en este sentido de la dialéctica concibe al mundo y sus procesos como un juego de opuestos que terminan reconciliándose, pasando a formar nuevos opuestos y así sucesivamente.
LA ORATORIA
Es un género literario en prosa que, como manifestación práctica de la retórica, nació alrededor de la mitad del siglo V a. C., aunque los primeros discursos elaborados literariamente no comenzaron a publicarse por escrito hasta comienzos del siglo IV a.C. Desde el principio del género se destacó su carácter práctico. A diferencia de otras manifestaciones literarias, destinadas a la instrucción o al simple deleite, la oratoria ocupaba un papel decisivo en la vida pública de la polis y se desarrolló siguiendo el estímulo de dos figuras solidarias, la del maestro (un rector o sofista instructor en el arte de la retórica) y la del discípulo (el orador que tenía que pronunciar un discurso). Existían maestros a sueldo que enseñaban a ser oradores y que transmitían el qué, el cómo y en qué orden debían expresarse aquellos que tuvieran la obligación de hablar en público en los diferentes contexto cívicos en Atenas.
LA RETORICA
Para la creación retórica de discursos y para la creación de un texto en general, ya sea literario o pragmático, hay que seguir determinado proceso que se encargó de estudiar la Retórica desde los tiempos de Gorgias. Dicho proceso consta de cinco fases, según canonizó Cicerón: Inventivo o invención, Dispositivo u ordenamiento, Elocutivo u ornato, Memoria y Acto u acción. Los tres primeros son fundamentales, los dos posteriores son de índole pragmática, cuando el discurso se pronuncia.
LA ELOCUENCIA
Nació antes que las reglas de la retórica, así como las lenguas se formaron antes que la gramática. La Naturaleza da elocuencia al hombre cuando le agitan grandes pasiones o le impulsa un gran interés; el que está vivamente conmovido ve las cosas bajo otro punto de vista que los demás hombres: usa rápidas comparaciones y felices metáforas, sin darse cuenta de ello, animando su discurso y comunicando a los que le oyen parte de su entusiasmo. El filósofo Dumarsais nota que hasta el pueblo se expresa por medio de figuras, y que le son comunes y naturales los giros que llamamos tropos. El hombre elocuente consigue que la Naturaleza se refleje en las imágenes con que embellece su peroración. El deseo natural de cautivar a sus jueces y a sus maestros, el recogimiento de su alma profundamente afectada, que se prepara a desarrollar los sentimientos que la excitan, son los primeros maestros del arte.